Anónimo

Buenos Aires

PPP es una periodista con más de 40 años de trayectoria en medios de Argentina, hoy es una especialista de datos de un portal nacional. Fue víctima de hostigamiento y ataques digitales a lo largo de su carrera, principalmente cuando comenzó a trabajar en investigación periodística y conducía un noticiero de una ciudad de Buenos Aires. Su testimonio revela la violencia que enfrentan los periodistas al realizar investigaciones que incomodan al poder.

“Los ataques no son nuevos”, relata PPP, recordando que ya en sus inicios recibía anónimos con mentiras y descalificaciones. “Por ejemplo, mi marido recibió anónimos en contra mía, obviamente diciendo todas cosas que eran mentiras y en ese momento yo había empezado a hacer periodismo de investigación y estaba ganando premios”.

“Además, en las encuestas que hacía el diario daban que mis notas eran las más leídas esto molestó a mucha gente y yo era la única periodista mujer trabajando en ese momento. Tal es así que se llegó a presentar una denuncia en mi contra diciendo que yo no escribía lo que escribía sino que me lo copiaba de algún lado y de hecho el diario empezó una investigación para ver si eso era cierto. Por supuesto, era todo mentira”, asegura la entrevistada.

Sin embargo, la violencia se intensificó con la llegada de internet y las redes sociales. “Todo eso se potenció con el advenimiento de la internet y de las redes sociales”.

Destaca además que en aquel momento había comenzado a profundizar en temas “yo había empezado a hacer periodismo de investigación y estaba ganando premios”.

Los ataques que sufrió entre 2008 y 2010 provenían principalmente de un grupo político con fuerte presencia digital en ese entonces. “Eran insultos, descalificaciones”, recuerda PPP. “Me decían gorila, que yo era de la derecha, me ridiculizaban…”

El hostigamiento fue constante y afectó su salud. “Se armaron blogs específicamente para denostar a los periodistas críticos”, denuncia. “Yo estaba a la cabeza… Era blanco de todas esas críticas. Me hizo mal, mucho mal para mi salud. Empecé con insomnio, a tener problemas alimentarios, a tener problemas de ansiedad, cuando vi que ya afectaba mucho a mi salud desarrollé una enfermedad autoinmune. Con mi marido decidimos irnos y nos fuimos”.| Con el tiempo, PPP aprendió a lidiar con los ataques y desarrolló estrategias para autoprotegerse, como la autocensura. “Borré todo lo que yo creía que podía ser utilizado en algún momento en mi contra. Sí, es un poco de autocensura. Muchas veces tengo ganas de opinar, pero no tengo ganas de lidiar nuevamente con ese nivel de oscuridad”.

¿Qué hacer cuando el blanco de todos los ataques se vuelve personal? “Creo que una buena estrategia, la estrategia que yo uso, es informar, hacer periodismo duro y mantenerme alejada de lo que sería, lo que yo le llamo la cloaca, toda esa oscuridad que está circulando por Internet”.

Sobre el presente de la profesión y la violencia que sufren las mujeres periodistas sobre finales de 2024, nuestra entrevistada se anima a describir que “ahora hay todo un aparato de propaganda paraestatal, escudados en cuentas anónimas”, añade que “son todas cuentas verificadas, es decir que alguien le está pagando por esas cuentas, son cuentas que están monetizadas”.

Como FOPEA denunció tras el ataque recibido en junio de 2024, es un hecho que los ataques organizados en el mundo digital dejan huella. PPP le ha dedicado atención al tema e ilustra que “estas cuentas van aumentando progresivamente la cantidad de seguidores con lo cual me lleva a pensar que están pagando para su monetización y son extremadamente agresivos especiales con las mujeres”.

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