Anónimo
Chaco
“Me rompieron, vinieron hasta acá a mi casa y me dejaron una esquelita”, relata HHH, periodista chaqueña con más de 30 años de trayectoria. La comunicadora dedicó su carrera a la búsqueda de la verdad y la justicia a través del periodismo. Su pasión por la profesión la ha llevado a enfrentar numerosos obstáculos, incluyendo episodios de violencia y censura que han marcado su carrera.
Las violencias que atravesó y que fueron escalando del ámbito laboral al privado, comenzaron en sus primeros años en el periodismo gráfico, HHH sufrió acoso por parte de un jefe. “Por insinuaciones, invitaciones constantes y pesadas. Lo llegamos a denunciar al que en ese momento era el encargado de agencia”, relata. A pesar de haber denunciado el acoso, las situaciones violentas continuaron.
Las violencias no tuvieron sola forma de acoso ni provinieron solo de colegas, sino también que llegaron a amenazas de parte de funcionarios públicos. Un funcionario municipal la agredió verbalmente por una publicación, y un jefe policial fue más allá y la amenazó con una trincheta. “Me dijo:’¿Y no tenés miedo de que te pase algo si seguís metiéndote en lugares donde no te tenés que meter?’”, recuerda con pesar. “Ahí yo sentí como un frío”, recuerda sobre cómo la impactó aquella amenaza.
Con el tiempo, HHH decidió abrir su propio portal de noticias en el Chaco, buscando independencia y libertad de expresión. Sin embargo, los ataques no cesaron. Colegas la difamaron, sufrió amenazas anónimas y hasta un ataque a su casa. “Me rompieron vinieron hasta acá mi casa me dejaron una esquelita.Insultándome me dijeron ‘cuidado con tu moto’, no sé qué y le rompieron un espejo”.
Las redes sociales también se convirtieron en un campo de batalla para la periodista. Su portal fue clonado en varias ocasiones, y sus publicaciones fueron objeto de denuncias y sanciones por parte de Facebook. “A mí nada más me sancionó Facebook”, asegura , decepcionada con la aplicación de las normas de esa red social.
La violencia económica también fue parte del espiral de violencia en el que quedó envuelta. A pesar de tener un portal con miles de seguidores, afirma que se le negó la pauta publicitaria oficial: “Yo tengo 82.000 seguidores y no tengo pauta, no puedo acceder a la pauta”, cierra la comunicadora resumiendo su sensación de discriminación en el reparto de fondos públicos para los medios de comunicación.
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