Cecilia D’Altamura
Salta
“Yo, haciendo un programa con perspectiva de género no sabía dónde recurrir”, cuenta Cecilia D´Altamura, periodista salteña que vivió experiencias nefastas en su ambiente de trabajo y lamenta que aún con la información, costó reconocer las violencias vividas y salir de espacios tóxicos.
Algunos la reconocían como la “chica del clima” y luego logró instalar temas de género en la agenda de un canal de aire abierto en Salta. Esto tuvo sus costos: sufrió ataques por los temas que tocaba y a su vez, acoso laboral en una historia que se repitió en distintos medios.
“Empiezo haciendo pequeñas cosas en el canal, siendo ‘la chica del clima’. Después, en un momento surge la posibilidad de hacer un programa para la mujer. Ellos me proponen hacer como una especie de Utilísima y yo les digo que no me siento identificada con eso”, recuerda. Aún así, con la idea de incorporar temas de interés para las mujeres comenzó su rol como conductora en la televisión abierta salteña, a cargo del programa “Nuevas Mañanas”
Sin embargo, este espacio de visibilidad también se convirtió en un escenario de resistencia y censura. “Al principio hubo mucho rechazo, hasta el público me mandaba mensajes. Me venían a ver al canal. Me han escupido personas porque, no sé, había hablado de la cuota alimentaria o de cosas que yo sentía que estaba bueno hablar, con abogados, o sea, cosas muy básicas”.
La presión no solo provenía del público, sino también de la gerencia del canal, dominada por figuras del poder conservador salteño. “Me llamaron de la gerencia diciendo que eso era antinatural que no tocara esos temas”, recuerda D’Altamura sobre su intento de abordar la Ley de Fertilización Asistida
La periodista también relata cómo le bajaban temas de agenda y cómo se ejercía un control exhaustivo sobre sus contenidos: “Siempre era: bueno, no, este tema no lo toques, esa entrevistada no… Eso pasaba mucho, y yo obviamente me cag… de odio porque yo producía también”. La situación se deterioró hasta un punto insostenible, especialmente durante el debate por la ley del aborto, tema que le prohibieron mencionar en el principal canal de la provincia
La actitud de parte de un superior marcó un punto de inflexión en su carrera. “Hubo situaciones incómodas, obviamente el tipo estaba en una situación de querer generar un vínculo…”, describe Cecilia. Tras rechazar sus insinuaciones, asegura que fue relegada y prácticamente expulsada del canal. “Me sacaron horas de aire, me sacó del noticiero, todo con excusas. Nunca se van a hacer cargo de que están generando una situación de abuso”.
Además de la censura por los contenidos, D’Altamura también fue víctima de situaciones de acoso por parte de su entorno laboral. En otro espacio de trabajo esto llegó al punto de agresiones físicas y verbales constantes, creando un ambiente de terror para la periodista al punto de ser sorprendida por un hombre en un baño. “Un día yo me estaba cambiando en el baño, entra y me dice ‘Al fin solos’, no sé qué, no se abalanza, pero lo intenta de alguna manera… Yo ahí fue como que dije, yo no puedo trabajar más acá”.
“Mucho tiempo después me juzgué mucho a mí misma, de haber sido tan boluda, porque yo no sabía cómo reaccionar y me terminaba riendo de ciertas cosas que eran totalmente abusivas”, dice. Sus palabras hacen eco en la experiencia de muchas otras colegas que, tal vez reflexionan años después sobre lo invisible que resultaron las violencias evidentes. “Y la verdad no supe recurrir a nadie, o sea, no, no supe (…) Yo haciendo un programa con perspectiva de género no sabía dónde recurrir…”.
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